Leer, escribir, compartir

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27/3/17

Reto 5 líneas: marzo


Las palabras propuestas este mes por Adella son: Edición / planeada / estudio.

Tres palabras que me han sido difícil enlazar, he hecho tres relatos diferentes y ninguno me acababa de convencer, al final he dejado de darle vueltas que se acaba el mes y hay que dejar los deberes hechos.

Y mi propuesta para este mes es:

Hastiado pasaba los días en el estudio que mis padres me montaron cuando acabé el curso de edición fotográfica, vivía la vida que ellos tenían planeada para mí, tenía que hacer algo ya. Y entonces decidí cambiar de profesión, me hice asesino, y con bastante éxito ya que después de un año ejerciendo no consiguieron atraparme. Me aburrí también y me entregué, no me creyeron y decidieron meterme aquí donde al fin soy feliz, un lugar caótico, me lo paso en grande.


Sólo me queda animaros a participar.




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19/3/17

Una Madre de Alejandro Palomas





Título: Una Madre
Autor: Alejandro Palomas
Editorial: Siruela
Año 1ª edición: 2014
Págs: 242







Me ganó antes de abrir las páginas con el título y la preciosa portada, y ya una vez dentro de sus páginas me cautivó.

La palabra madre, sencilla y grandiosa por todo lo que representa, como el amor que nos dan gigantesco, sólido. Ellas nos imaginan, nos buscan, nos recuerdan, se mueren de amor por los hijos, nos sostienen, nos mantienen unidos, quieren y desean que volemos y que sepamos que si caémos allí estarán para recogernos. Inventoras de mil razones para justificarnos siempre, de tolerarnos con una paciencia infinita, nadie mejor que ellas para saber cuáles son nuestros defectos y sin embargo nunca juzgarnos. Generosidad con mayúsculas.

Como Amalia, la gran protagonista de este libro, que después de años de aguantar al que decía ser su marido, ha sabido reinventarse más que bien, ha sabido quitarse de encima el miedo a equivocarse, ha hecho nuevas amistades, es libre al fin. Es una mujer peculiar y sí es tan ingenua como parece, y entrañable también y tremendamente divertida aún sin ella proponérselo, pero siempre dos pasos por delante de sus hijos con un sentido especial para percibir lo que cada uno trae y no sabe o no puede sacar y lo hace con abrazos que te envuelven. Ella me ha recordado mucho a mi abuela, mismo carácter, con unas salidas que te dejaban boquiabierta, con esa risa contagiosa que te desarmaba y con esas zapatillas de casa a cuadros que nunca se las quitaba, en fin, mujeres que lo llenan todo.

Y ahí está la familia reunida al fin en una Nochevieja, donde los ausentes también tienen su sitio, en una mesa donde confluyen personalidades tan dispares unidas todas ellas por unos hilos que no se ven pero que siempre se sienten, los lazos familiares, llenos de reproches y de perdones, de gestos y palabras reconocibles, de una complicidad de años ya. Fer, será el encargado de ponernos al día, de ir contándonos las historias de cada uno y cómo afecta al resto. Cómo es posible que seamos tantos mundos funcionando tan en paralelo y que aún así sigamos entendiéndonos. Presidiendo esta mesa Amalia, la madre, feliz. Tiene un 64% de discapacidad visual, no ve mucho no, pero no todo se ve con los ojos y ella en ese otro ver es una experta, es grande en el manejo de las emociones. Esta podría ser una Nochevieja en mi familia y quizás también en la tuya, secretos y silencios compartidos y a veces risas y otras lágrimas.

Personajes simplemente maravillosos, Amalia y sus tres hijos, Silvia, Fer y Emma, Olga «la añadida» y el tío Eduardo. Silvia, la mujer hiperactiva, volcada en su trabajo y en sus logros profesionales, práctica, metódica hasta el detalle más ínfimo y obsesionada con la pulcritud y la limpieza. Emma, una mujer que quiere querer a toda costa y que lo hace mal porque elige desde el empeño, siempre con el «sí, claro», el «como tú quieras» y el «faltaría más» en los labios, dispuesta a casi todo para que alguien la mire. Olga, su risa es ruido. Su voz también. Habla como suena, no como piensaTío Eduardo, todo un dandi travieso, divertido y embaucador, es dentro de su línea, un hombre de principios. Sus principios son, básicamente, hacer lo que le da la gana y hacerlo siempre divirtiéndose, y si es en buena compañía, y femenina mejor que mejor. Fer, yo había querido tener un nido y me había afanado por construirlo a mi medida, sin saber que lo que en realidad estaba construyendo era un búnker contra lo que había fuera, contra lo que dolía. Así de lleno nos encontramos metidos en el alma de cada uno de ellos. 

Qué gusto leerte Alejandro, qué hermosa novela, divertida, sorprendente, abrumadora, que me ha llevado entre la risa y el llanto. Con una prosa excelente, emocionante, con cierta textura poética que conmueve. Hacía mucho tiempo que una novela no me emocionaba y me hacía disfrutar como lo ha hecho Una Madre. Seguiré leyéndote ahora que te he conocido, descubriéndote en otros libros.

Leerla y emocionaros.



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11/3/17

Persuasión de Jane Austen

                                Título: Persuasión
                                Autora: Jane Austen
                                Editorial: Alianza, 2013
                                Págs: 312
                                Año 1ª pubicación: 1818

La protagonista de Persuasión es Anne Elliot, hija mediana de un vanidoso Sir con un título de nobleza menor. Fueron precisamente sus ínfulas de grandeza las que llevaron años atrás a Anne a rechazar, pese a sus sentimientos, el matrimonio con un por entonces joven militar de incierto futuro. Pero las guerras hacen mudar las fortunas y las hazañas de aquel oficial lo han convertido, cuando vuelven a encontrarse, en un acaudalado capitán de la Armada de Su Majestad. Dolido aún por aquel antiguo desaire, el capitán Wentworth será ahora, cuando dé a conocer su voluntad de casarse, quien haga gala de su indiferencia hacia Anne...

Mi opinión

Algunos escritores nos llegan de tal manera que se aseguran un lugar de inmediato en nuestra biblioteca particular, pasas las páginas de sus libros casi sin darte cuenta, quedamos atrapados en sus historias, Jane Austen logra exactamente esto.

Aunque menos popular y menos leída que Orgullo y Prejuicio, Persuasión es un pequeño tesoro que tenía pendiente por descubrir. Publicada en 1818, fue la última novela que escribió Jane Austen, de hecho falleció antes de verla impresa. Me he dejado llevar por esta delicada historia y como no podía ser de otra manera os vengo a contar lo que me ha provocado su lectura.

Principios del siglo XIX, Sir Walter Elliot, hombre vanidoso preocupado sólo por su apariencia personal y por su posición social, viudo con tres hijas, la mayor muy parecida a él físicamente como idéntica en su manera de pensar, las otras dos no contaban mucho para él, sobre todo Anne la mediana, tan distinta a todos, honesta, de carácter dulce, dotada de una gran sensibilidad, e inteligencia que siempre fue ignorada por su familia. Anne de 27 años será el personaje principal de esta historia. A los 19 años cometió el error, persuadida por su familia y por una íntima amiga, de romper el compromiso y no dejarse guiar por su corazón con el hombre que amaba por ser éste socialmente inferior. Después de 8 años la casualidad hará que se vuelvan a encontrar. El capitán Wentworth ya no es un pobre oficial, ha hecho fortuna en la marina convirtiéndose en un hombre adinerado, los primeros encuentros serán difíciles, intercambios corteses y poco más, él no la ha perdonado, cosa que ella asume con dignidad, con las esperanzas perdidas por el que fue su amor.

Ahora eran dos extraños: no, incluso peor que extraños, porque los extraños pueden terminar conociéndose. Estaban distanciados para siempre.

Me ha complacido enormemente la evolución del personaje de Anne, de niña influenciable a los 19, a una mujer honesta, segura, reflexiva y madura a los 27, finamente trazado su carácter, sensata, honesta, inteligente. Y todo el elenco de personajes que giran alrededor; la familia Musgrove, encantadores, afectuosos, y hospitalarios; o los Harville, cariñosos y atentos; el tímido capitán Benwick un hombre peculiar.
La forma en la que retrata la vanidad extrema del padre y de su hermana mayor mirando a los demás con una condescendencia ridícula, que hace que te inspiren pena en lugar de odio, ridículos esa es la palabra que más se acerca a su comportamiento y la manera en la que Jane Austen quiere que los veamos. Una caricatura de estos personajes bien dibujada.

Los preparativos, no obstante, se interrumpieron de repente. Se acercaban más visitas, la puerta se abrió y la aparición de sir Walter y Miss Elliot produjo un efecto glacial. Cesaron la familiaridad, la libertad y la alegría de la habitación, transformándose en fría compostura, resuelto silencio o charla insípida para corresponder a la desabrida elegancia de su padre y de su hermana.

Al final de sus novelas siempre los personajes se vuelven inolvidables, será por la credibilidad de la que los dota, será por la agudeza con la que los retrata, pero perduran en nuestra memoria.

Es la historia deliciosa de un gran amor que no se desvanece con el paso del tiempo, donde los protagonistas se hablan más con gestos que con diálogos, una mirada sutil por aquí, un rubor por allá... y no importa si sabemos que sus historias acaban en un final feliz, incluso si nada de la trama te sorprende, porque lo que gusta de esta autora es el cómo lo cuenta y cómo nos hace disfrutar.

Segundas oportunidades que alguna vez todos o la mayoría hemos soñado con que lo que una vez perdimos pudiera ser reconquistado, a veces el amor necesita su tiempo, necesita madurar. Con el paso del tiempo ha podido surgir un gran arrepentimiento por ese primer adiós y una reflexión profunda de las razones que te llevaron a alejarte y entonces cuando se vuelve a poner delante hay que apostar de nuevo por él. Lo has soñado durante tantas noches, lo has pensado durante tantos días, que sabes que tienes que volver a coger ese tren.

Jane Austen, ingeniosa y elegante, con una prosa nítida, nos cuenta la historia sin dejar atrás el humor y la ironía con la que nos deleita en observaciones sobre las costumbres sociales, el matrimonio que parecía ser para la mujer el mejor camino para una seguridad económica y un respeto social. Por aquel entonces las oportunidades para una mujer eran muy limitadas y como en todas sus obras,ella recoge este problema.


Permítame indicar que todas las historias están en contra de ustedes (las mujeres), en prosa y en verso. Si tuviera la memoria, podría citarle de corrido cincuenta citas para apoyar mi argumento y creo que no he abierto un libro en toda mi vida que no dijera algo sobre la inconstancia de la mujer. Todos hablan de la ligereza femenina. Aunque podría usted decir que todas han sido escritas por hombres.

Los hombres han tenido todas las posibilidades de contar su historia y nosotras ninguna. La educación siempre ha estado en sus manos, mucho más que en las nuestras; la pluma siempre ha sido de ustedes. No admitiré que los libros sean prueba de nada.


Una compañía maravillosa durante los tres días que me ha durado su lectura, su mayor defecto que ha sido corto, me hubiera gustado seguir los encuentros de nuestros enamorados.Aunque me considero poco romántica a quién no le gustaría recibir una carta como la que el capitán Wentworth le escribe a Anne, una ferviente declaración de amor que será la que finalmente resuelva la situación, que no os la voy a redactar para que seáis vosotros quienes la descubráis.

Recomendable para cualquier persona a la que le gusten los romances, o para cualquiera a la que le guste una historia maravillosamente redactada, deliciosa que después de 200 años sigue siendo relevante. Déjate persuadir por mi opinión y abre las páginas de este libro.



Lectura conjunta durante el mes de febrero en el grupo Los libros de Carmen y amig@s
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