Leer, escribir, compartir

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30/6/17

RETO 5 LÍNEAS: JUNIO


A falta de unas horas para acabar el mes, no podía faltar mi relato 5 líneas.
En esta ocasión las palabras elegidas por Adella han sido: Tumbó / malestar / señaló.

Y sin mucho más, el resultado ha sido...



No acababa de acostumbrarse, antes de la cita un ligero malestar hacía acto de presencia, cierta incomodidad. Deseando que acabara, entró, se desnudó y se tumbó. Comenzó por los pechos, más que tocarlos pareciera que estaba tecleando, luego sus dedos inmiscuyéndose dentro, hurgando en su interior. Supo que había acabado cuando él señaló que todo estaba bien. Con un poco de suerte, pensó, no volvería hasta la revisión del año siguiente.
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29/6/17

Vida hogareña de marilynne Robinson






                                                                  Título: Vida hogareña.
                                                                  Autora: Marilynne Robinson.
                                                                  Editorial: Galaxia Gutenberg.
                                                                  Págs: 217.
                                                                  Fecha 1ª publicación: 1980.






Dice la escritora Doris Lessing en la contraportada del libro: " Me encontré leyendo lentamente, cada vez más lentamente - este es un libro para leer sin prisas, porque cada frase es una maravilla". Y no puedo estar más de acuerdo, una lectura que requiere atención, pausada, hermosa. Envolvente, muy brevemente sería lo que me ha sugerido. Con Vida hogareña he tenido mi primer acercamiento a la obra de Marilynne Robinson y ya os hago saber que no será el único.

Lucille y Ruth, dos hermanas huérfanas que si de algo saben es de ausencias, abandono y soledad. Crecieron sin saber quién era su padre, no habían llegado a la adolescencia cuando perdieron a su madre, la cual después de dejarles sentaditas con una caja de galletas en el porche de la abuela, se dirigió en coche al lago y se arrojó. Fueron cuidadas primero por su abuela, cuando fallece pasan a manos de dos torpes tías solteronas ya mayores incapaces de atenderlas y por último su tía Sylvie, la cual lleva una vida errante, con un carácter algo excéntrico, a la que no le faltarán buenas intenciones, aunque sus cuidados poco ortodoxos, algo caóticos llamarán la atención de los vecinos con la consiguiente intervención de las autoridades. Para entonces Lucille habrá salido ya de la casa buscando aceptación, cierta "normalidad", una vida más estable. No así Ruth que junto con su tía comenzará una vida nómada que la llevará de un lugar a otro.

Pese a todo, estábamos muy angustiadas, por razones demasiado numerosas para mencionarlas. Había quedado claro que nuestra tía no era una mujer estable. Por entonces, no sabíamos expresar esa idea con palabras. Pero teníamos esa sensación nítida, entre nosotras, que se plasmaba en la atención continua que le prestábamos a todos los detalles de su aspecto y comportamiento.

Infortunios de la vida que harán que estas niñas crezcan con una desesperante sensación de inseguridad, temiendo cada día volver a ser abandonadas. Durante años han sido ellas dos y nadie más, dos para jugar, dos para compartir, llegada la adolescencia sus caminos divergen. Una anhelando estabilidad, la otra, alguien a quien seguir, a quien aferrarse para continuar y mantenerse a flote. ¿Cuál de las dos tomó la dirección correcta?, ¿existe una sólo dirección correcta?, ¿hizo bien Lucille en dejar a su hermana con su tía, fue como una traición o sólo el intentar salvarse a sí misma porque ella ya intuía en Ruth el carácter errante, vagabundo, libre?. Son tantas preguntas las que tenía en mente una vez acabada la lectura...

¿Cuándo me volví tan distinta a los demás?. Tal vez fue cuando seguí a Sylvie por el puente, y el lago nos reclamó, o quizá fuera cuando mi madre me dejó esperándola, y me instiló la costumbre de la espera y la expectación que convierte cualquier momento presente en importante sólo por lo que todavía no contiene. O a lo mejor fue cuando me concibieron.

La tía Sylvie que está y no está, un alma nómada que duerme con la ropa puesta, habla con desconocidos en estaciones de trenes, vuelve de paseo con peces en los bolsillos, vive sin horarios, come con la luz apagada, apila periódicos y latas convirtiéndolos en parte del mobiliario...¿Qué hubiéramos hecho nosotros si fuéramos sus vecinos y viéramos este comportamiento de un adulto al cuidado de una niña?.

Sylvie, en una casa, venía a ser como una sirena en el camarote de un barco.

Esas costumbres (siempre dormía vestida, al principio con los zapatos puestos, y luego, con los zapatos debajo de la almohada) eran a todas luces las de un vagabundo. Ofendían el sentido del decoro de Lucille...

A mí me tranquilizaba el que durmiera en el césped, y de vez en cuando en el coche. Me parecía que si podía seguir viviendo aquí como un vagabundo, no tendría que marcharse.

La soledad, los lazos familiares, el deseo de encajar, la pérdida, la memoria y los recuerdos, son temas en los que la autora nos sumerge a lo largo de la novela. Es curioso como dos personas pueden evocar un recuerdo de forma tan diferente, quizás porque nos acordamos de lo que queremos y como queremos y si en nuestra memoria hay algún vacío cada cual se encarga de reconstruirlo, unas veces distorsionando y otras inventando. Como sucede con Ruth y Lucille y el recuerdo que tienen de su madre, Lucille la evoca de manera más positiva al contrario que su hermana.

Intentábamos recordar a nuestra madre, aunque, con creciente frecuencia, discrepábamos. La madre de Lucille era ordenada, fuerte y sensata, una viuda que murió en un accidente. Mi madre nos cuidaba con amable indiferencia que me hacía pensar que habría preferido estar todavía más sola.

Todo esto sucede en la ciudad ficticia de Fingerbone, una ciudad en medio de la nada, con un paisaje desproporcionado y un clima extremo, rodeada de montañas cubiertas de nieve y a sus pies un enorme lago, ladrón de vidas como la del abuelo y la madre de Ruth y Lucille. La presencia de esta gran masa de agua se siente a lo largo de toda esta historia, como si fuera un personaje más.

Hermosa novela, un hilo de tristeza recorre la prosa, una sensación profunda de soledad que se pega a tí mientras lees. Descripciones detalladas, precisas, una prosa maravillosamente reveladora. Me considero una lectora a la que le van este tipo de lecturas entre líneas, sugerentes, por todas las reflexiones que se esconden detrás de una simple historia como bien podría ser esta.

Es una lectura lenta, exquisita, me encontré volviendo a leer algunos pasajes para no perderme ningún detalle, sabedora de que cada palabra, cada frase importa. Me sobrecogió el final, esa forma de narrar de Ruth. Una novela magnífica no por su trama que más bien es escasa, con pocos sucesos, sino por su elegante escritura.

Sin duda una de mis mejores lecturas de este año, altamente recomendable, teniendo en cuenta que es una lectura pausada, tranquila, lenta, pero para nada aburrida. Hermosa, triste, para leerla más de una vez porque la buena literatura siempre te atrapa.

Una vez terminado lo devuelvo a la estantería donde tengo dispuesto tantos y tantos libros que voy descubriendo y que me hacen tan buena compañía, allí se quedará hasta que seguro vuelva un día a sus páginas a volver a saborearlas, o a que alguno de esos invitados que a veces gustan de pasarse por aquí y enredar en mi particular biblioteca, lo encuentre y yo encantada le anime a descubrirlo.


Lectura conjunta en el grupo Los libros de Carmen y amig@s


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6/6/17

Notas para Enma de Garth Callaghan.



Título: Notas para Emma.
Autor: Garth Callaghan.
Editorial: HarperCollins.
Fecha 1ª publicación: 2014
Págs: 216

Este libro es un llamamiento. Un llamamiento a despertar. A conectarse. A compartir los sentimientos. A hacer esa llamada telefónica. A escribir esa nota. Porque soy muy consciente de la fragilidad de la vida y de lo importante que es dedicar tiempo para relacionarse con aquellos a quienes amamos cuando todavía estamos presentes, cuando todavía podemos hacerlo.



Mi opinión.
Os traigo una lectura algo diferente a lo que acostumbro a escoger, a veces me auto-obligo a leer géneros diferentes, nunca sabe una lo que se va a encontrar y en algunas ocasiones he encontrado verdaderas joyitas. En este caso leyendo la contraportada me pareció que estaba cerca de ser un libro de autoayuda, género del cual no leo prácticamente nada, por lo que lo comencé con ciertos reparos, gané algo de confianza sabiendo que era esta una historia real

Callaghan, el autor de este libro, ha sufrido hasta tres diagnósticos de cáncer, lleva un tratamiento con efectos secundarios infernales, a través de estas páginas nos cuenta su batalla personal contra esta enfermedad, su lucha, el impacto que tiene en su familia, sus miedos. Pero lo que más le preocupa y aterra es dejar a su hija de 12 años, no verla crecer, no poder estar con ella en momentos importantes de su vida. Y sobre esto último es de lo que trata el libro porque aunque la enfermedad está presente no se centra tanto en ella como en el amor hacia su hija, en la relación padre/hija antes y durante el fatal diagnóstico.

Todos sabemos que la comunicación favorece las relaciones personales, no obstante, que difícil nos resulta ponerla en práctica y sorprendentemente más con nuestros seres queridos. Este padre encontró una bonita y especial manera de conectar con su hija, mediante unas notas escritas en servilletas de papel que cada mañana deslizaba en la fiambrera del almuerzo que él mismo le preparaba para ir al colegio. Comenzó cuando su trabajo le mantenía ocupado y fuera de casa demasiado tiempo, de esa manera, su hija sabía que él pensaba en ella. Después de que le diagnosticaran cáncer de riñón estas notas adquirieron mayor significado, si esa terrible enfermedad conseguía vencerle, esas palabras escritas le quedarían a su hija para siempre, así que decidió dejar escritas una por cada día hasta que Emma se graduara en secundaria por si él para entonces no estaba ya presente.

Cada capítulo comienza con una de estas notas, algunas son palabras de ánimo, de cariño, otras simples consejos de un padre a una hija.

Querida Emma: Si pudiera darte una sola cosa en la vida, te daría la capacidad de verte a tí misma a través de mis ojos. Sólo entonces te darías cuenta de lo especial que eres para mí. Te quiero. Papá.

¿Sabes lo que quieres hacer? Pues, ¡hazlo!. Te quiero. Papá.

Querida Emma: A veces, cuando necesito un milagro, te miro a los ojos y veo que ya he creado uno. Te quiero. Papá.

Otras son citas de personajes célebres, dichos o proverbios.

Si hay algo que no te gusta, cámbialo. Si no lo puedes cambiar, cambia tu actitud. (Maya Angelou) 

Sé un arco iris en la nube de alguien. (Maya Angelou).


Garth Callaghan y su hija Emma.


Una historia real relatada de forma sencilla, como si fuera un amigo el que nos contara lo que le ha sucedido y como lo está llevando. Emotivo porque de por sí el tema lo es, y porque desgraciadamente a casi todos nos ha tocado sufrir esta devastadora enfermedad con alguien cercano y por ello empatizamos rápidamente con él. Pero he de decir que me ha resultado un tanto repetitivo, era como contar lo mismo en cada capítulo con otras palabras. No tiene nada diferente a otros libros que tratan sobre este tema, ni nos dice nada nuevo que no sepamos, está bien si quieres como recordatorio de esos consejos que todos conocemos y que tanto nos cuesta llevar a la práctica, sin más.

No es un libro escrito con una prosa de gran belleza, no creo que ese fuera el objetivo del autor, más bien el de transmitirnos sus emociones, sus sentimientos, pero en su favor diré que sin llegar a resultar lastimero ni lacrimoso.

Quedémonos con el mensaje que nos deja, dediquemos tiempo a los nuestros, hagámosles saber lo que sentimos, lo importante que son para nosotros y hagámoslo ahora no vaya a ser que mañana sea ya muy tarde. Y por supuesto mantener siempre viva la esperanza.

Yo no lo volvería a leer, ni será una lectura que recuerde ni que me marque, pero ya sabiendo un poco más de lo que va, deciros que a los que os guste el tipo de libros para subrayar frases, este es el vuestro.




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